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Detrás de muchas marcas independientes o asequibles, se encuentra un actor discreto pero central: Miyota. Esta empresa japonesa, fundada en 1959 e integrada en el grupo Citizen, lleva décadas produciendo mecanismos relojeros utilizados en todo el mundo. El movimiento automático Miyota se ha convertido en una seria alternativa a los calibres suizos de entrada y a los movimientos japoneses competidores. Pero la pregunta sigue siendo: ¿son realmente fiables los movimientos Miyota y están a la altura de las expectativas de los aficionados a la relojería?

 

 

¿Qué es el movimiento Miyota?

fábrica Miyota Saku

Miyota es una empresa especializada en la fabricación de movimientos relojeros. Su fábrica de Saku, inaugurada en 2016, produce componentes de alta precisión destinados tanto a marcas consolidadas como a micro-marcas emergentes. La gama abarca tres grandes familias: movimientos de cuarzo, movimientos mecánicos de cuerda manual y, sobre todo, movimientos automáticos.

El movimiento automático Miyota es el que más ha contribuido a la notoriedad internacional de la marca. Equipa a miles de relojes y se ofrece en varios calibres adaptados a distintas necesidades. Entre los más conocidos se encuentran el robusto 8215, lanzado en la década de 1970, el 9015, introducido en 2009 para competir directamente con el ETA 2824-2 y el Sellita SW200, y el 9120, que ofrece complicaciones adicionales como la indicación de día y mes.

 

Las ventajas del movimiento automático Miyota

movimiento Miyota

Antes de hablar de sus limitaciones, es necesario comprender por qué el movimiento automático Miyota ha alcanzado una posición tan importante en la industria relojera. Varios elementos explican este éxito.

Fiabilidad y robustez

Los movimientos Miyota son conocidos por su solidez. El calibre 8215, producido a gran escala, está presente en relojes usados a diario desde hace décadas. El más moderno 9015 se considera una alternativa seria a los movimientos suizos de entrada. Su frecuencia de 28.800 alternancias por hora, su reserva de marcha de unas 42 horas y su función de parada de segundero lo convierten en un movimiento completo y competitivo.

Variedad de calibres y complicaciones

La gama Miyota ofrece una diversidad muy apreciada por los fabricantes de relojes. El 8215 sigue siendo una referencia para los relojes asequibles. El 9015, más delgado y preciso, permite diseñar cajas más finas manteniendo un buen rendimiento cronométrico. El 9120 amplía las posibilidades al añadir complicaciones como la indicación de 24 horas, mes y día, lo que lo convierte en un calibre utilizado en modelos más elaborados. Esta variedad demuestra que los movimientos Miyota cubren tanto las necesidades de relojes simples como de modelos más complejos.

Relación calidad-precio

El éxito de los movimientos Miyota también se explica por su posicionamiento competitivo en precio. Las micro-marcas encuentran en ellos una solución fiable y asequible, menos costosa que los movimientos suizos y con mayor regularidad que muchas copias chinas. Para el comprador final, este movimiento automático japonés garantiza un rendimiento correcto a un coste razonable, lo que permite obtener relojes mecánicos asequibles pero sólidos.

 

Las limitaciones del movimiento automático Miyota

A pesar de sus numerosas ventajas, el movimiento automático Miyota presenta algunos inconvenientes señalados por usuarios y aficionados.

Rotor ruidoso

Una de las críticas más frecuentes se refiere al rotor. En calibres como el 8215 o el 9015, el rotor solo carga el muelle en un sentido. Cuando gira libremente en la otra dirección, puede generar un ruido perceptible. Este detalle no afecta al funcionamiento, pero puede sorprender a los usuarios acostumbrados a movimientos más silenciosos.

Precisión variable

La precisión de los movimientos Miyota es generalmente correcta para su rango de precio, pero varía según los ejemplares. El 9015 se anuncia con una precisión de –10 a +30 segundos por día, aunque algunos usuarios observan desviaciones mayores. Un ajuste realizado por un relojero puede mejorar el rendimiento y reducir la desviación a unos +5 segundos por día. Esta sensibilidad demuestra que, aunque fiables, los movimientos Miyota a veces requieren una regulación para ofrecer su máximo potencial.

Riesgo de falsificaciones

La popularidad de los movimientos Miyota también atrae imitaciones. El calibre 9015, en particular, circula a veces con otras inscripciones como “CWMJ” en lugar de “Miyota.co”. Estas falsificaciones pueden plantear problemas de fiabilidad y calidad. Para evitar sorpresas desagradables, se aconseja verificar el origen de los relojes y dar preferencia a distribuidores reconocidos.

 

¿Es el movimiento Miyota un buen movimiento?

El movimiento automático Miyota ha demostrado su eficacia durante varias décadas. Combina una arquitectura simple y robusta con una gama lo suficientemente amplia como para adaptarse a diferentes tipos de relojes. Sus puntos fuertes son una fiabilidad comprobada, una buena relación calidad-precio y una disponibilidad que ha permitido a muchas marcas ofrecer relojes mecánicos asequibles.

Existen limitaciones: un rotor audible, una precisión que puede requerir ajustes y riesgos de falsificaciones. No obstante, estos defectos no anulan el valor global del movimiento. Para un aficionado que desee un reloj mecánico duradero sin pagar los precios de los calibres suizos, el movimiento automático Miyota constituye una elección coherente y ampliamente extendida.